Hoy ha sido mi segundo día de gimnasio, un día pesado pero mejor que el primero. No se si ya he empezado a desarrollar un callo en el cabuz o es que ya le estoy entendiendo a esto del ciclismo, no voy a mentir, al día de hoy todavía lo detesto pero puedo ver por que a mucha gente le gusta. En la clase con música movida y con los gritos de mi entrenadora de bolsillo que parece andar con baterías energizer no pude concentrarme, los pies a suerte de no entrar totalmente en los pedales hacen que me sea imposible enfocar en seguir la clase por el dolor que me producen. Al minuto 20 he desistido y me he pasado a la parte de resistencia de la rutina, y es ahí donde mas me doy cuenta que estoy hecho una pena, y no solo es por levantar pesos que rondan el 30% de lo que solía levantar sino que también de cuando en cuando, sin quererlo me veo en un espejo, y es deprimente estar en una casa de espejos luciendo como me veo: gordo, no solo gordo, gordisimo. Soy la viva imagen de todo lo negativo que pregonan en los medios, pero bueno estoy en camino de cambiarlo. Y lo mas impresionante es la fatiga muscular, al terminar de hacer cada ejercicio voy notando como la fatiga muscular se apodera de mi y pierdo motricidad fina, de hecho al estar tecleando esto uso mas la barra de retroceso que cualquier otra tecla. Bueno este fue el segundo día, espero que mañana mejore.
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